Libertad de autonomía

El cambio climático por sí solo crea una nueva obligación.

El postulado es que: “los seres vivos deben adaptarse rápidamente y también deben adaptarse bien a los cambios en su entorno inmediato”.

Es indiscutible y lo que nos enseñó Charles Darwin lo confirma científicamente: “Las especies que sobreviven son las que se adaptan al cambio”.

Muchos individuos buscan mejores condiciones en otros lugares que en su entorno original. Sin embargo, esto no impide la obligación de adaptarse al entorno más inmediato y dependiendo de las circunstancias, la llegada de refuerzos puede facilitar la adaptación de determinados grupos.

En teoría, la naturaleza ha garantizado que todos los entornos, incluso los más hostiles, proporcionen elementos esenciales para la vida. Sin embargo, en la última parte de su evolución, los humanos aprendieron a vivir de la industrialización y la distribución de elementos esenciales, de la misma manera que explotan y consumen recursos que pueden generar ganancias financieras.

La desgracia de la industrialización y el transporte de productos comerciales es que han provocado un cambio climático que a su vez provoca la urgencia de adaptarse.

En verdad, si nuestro consumo se limitara a los elementos esenciales de nuestro entorno inmediato, el inmenso problema global de la humanidad estaría resuelto. El transporte ya no sería necesario, todos los envases de papel, cartón y plástico ya no serían útiles, la producción diversificada a gran escala de bienes de todo tipo ya no sería rentable y los ciclos naturales del agua, el carbono, el fósforo y otros elementos esenciales se produce de forma totalmente natural sin alterar el entorno inmediato, a diferencia de la situación actual en la que multitud de productos proceden del exterior después de haber sido transformados de tal manera que nunca vuelven a su estado natural.

Aunque es obvio que esto es lo correcto, ¡todos sabemos que nunca sucederá!

Por otra parte, al ritmo que van las cosas, el entorno inmediato corre el riesgo de volverse amenazador, en todas partes y a gran escala.

Incluso sin saber qué sucederá, resulta totalmente apropiado establecer un nuevo derecho que permita a cualquiera que esté dispuesto a adaptarse al cambio, es decir, hacer lo que se ha dicho, o incluso facilitar la viabilidad de hacer lo correcto, dado que este cambio hacia la sobriedad responsable es claramente lo correcto para garantizar la supervivencia a largo plazo de la humanidad. Llamemos a este nuevo derecho “Libertad de Autonomía”.

En nuestra opinión, el derecho a la libertad de autonomía conlleva un derecho de asociación en una comunidad independiente: “La comunidad autónoma independiente”. Legalmente, cualquier comunidad autónoma independiente puede gobernarse a sí misma para garantizar una gestión sana del territorio adecuada a su tamaño y necesidades. En la constitución de una Federación Autonomista Regional, la División de Territorios Autónomos Independientes sería responsable de promover el desarrollo sostenible de las comunidades territoriales autónomas independientes y asegurar la coordinación de sus políticas internas con las políticas de la nación.

Está claro que una parte del inmenso territorio de Quebec puede concederse con este fin, en interés público, en interés del planeta y en interés de las generaciones futuras.

Teniendo esto en cuenta, una comunidad autónoma e independiente proporciona a sus miembros las necesidades básicas y esenciales, incluidos alimentos y alojamiento adecuado. Por su parte, los miembros de una comunidad independiente ya no están endeudados con ningún gobierno o municipio y por lo tanto, no tienen que pagar impuestos ni regalías de ningún tipo, a menos que ejerzan un trabajo que no sea remunerado por la comunidad. Sin embargo, en este contexto de libertad de autonomía, nadie está obligado a realizar un trabajo remunerado gravado por el Estado y en este contexto se erradica la falta de vivienda.

“La red de comunidades autónomas independientes” tiene el mandato de compartir conocimientos y estudiar científicamente todas las experiencias con el objetivo final de optimizar la adaptación al entorno inmediato en un territorio determinado donde todos los elementos esenciales para la vida se reciclen total y completamente de forma responsable. manera. La red y la administración de una comunidad autónoma independiente tienen como objetivo desarrollar en la medida de lo posible una gama de conocimientos sostenibles en el autogobierno local en territorios pequeños independientes de los municipios y las autoridades regionales. En el ejercicio de esta responsabilidad laboral, el conocimiento práctico entra en diálogo con la ciencia para desarrollar conocimientos al servicio de los jóvenes del futuro.

Dado que el consumo irresponsable de hoy se convertirá en un alto precio a pagar para las generaciones venideras, en este sentido, el trabajo responsable dentro de una comunidad autónoma e independiente tiene un gran valor para las generaciones futuras. Por un lado, no crea una contaminación irreversible y, por otro lado, estar mejor equipado para adaptarse bien al propio entorno, saber afrontar los desafíos ambientales y conocer las reglas fundamentales del medio ambiente serán conocimientos esenciales que constituirán una riqueza inestimable. resultante de acciones realizadas por hombres y mujeres que no tendrán que preguntarse si están haciendo algo útil.

¡Esta elección, en sí misma, es heroica!

En consecuencia, un ingreso mínimo garantizado es una contraprestación razonable a pagar a las personas que toman esta decisión.

Si a partir de ahora, en un espíritu de Saludable Descapitalismo Estratégico, los jóvenes tienen una nueva opción que les permita ser completamente independientes y su comunidad pueda garantizarles autonomía y cubrir sus necesidades básicas, en conjunto con nuestra propuesta “One Family One House” ¡